Ocho falsos mitos sobre el festival de Eurovisión

25.07.2012 20:01

 

¿Eurovisión es un festival que siempre ganan los países del este? ¿Es todo política? ¿Qué papel desempeña España en el certamen? Desde hace varios años, son muy recurrentes las críticas hacia el festival de Eurovisión a través de tópicos que poco a poco han ido calando entre la gente que no ve el festival o lo hace esporádicamente. Sin embargo, esos falsos mitos no tienen ninguna base y basta con observar los resultados de estos últimos años para desmontarlos.

1. Siempre ganan los países del este. Suele decirse que Eurovisión es un festival que hoy en día solo puede ganar un país del este gracias al factor de la vecindad a la hora de repartir votos. Si bien es cierto que forman un grupo muy importante capaz de desequilibrar la balanza a su favor (por ejemplo la semifinal del año 2007, donde todos los países clasificados para la final pertenecían a la Europa del este salvo Turquía), las victorias de Noruega en 2009 y Alemania en 2010 demuestran que los países occidentales también pueden vencer.

2. Eurovisión es todo política. No se puede negar que desde la llegada del televoto, los puntos que otorgan los países están influenciados por diversos aspectos sociales, políticos y geográficos. Aunque estos criterios alejados de lo musical desvirtúan el resultado final del certamen, el país que finalmente vence lo hace con sobrada autoridad. El año pasado, Azerbaiyán ganó gracias a que 31 países (de 43) le dieron al menos un punto. A Lena le votaron 33 de los 39 países participantes en 2010, y Alexander Rybak obtuvo puntos de los 42 países que concurrieron en 2009. La canción que gana no lo hace por asuntos políticos o geográficos, sino porque simplemente es la que más gusta entre los 150 millones de telespectadores que ven el festival.

3. Siempre ganan los mismos países. Desde 1996, no se ha repetido ganador en Eurovisión. Esto quiere decir que desde ese año, 16 distintos países han ganado el festival. El país con las dos victorias más recientes es Noruega (1995 y 2009)

4. Sólo pueden ganar temas en inglés. Aunque el predominio de la lengua inglesa en el palmarés del festival es abrumador, la victoria de Serbia en 2007 demuestra que un país también puede ganar el festival sin tener que cantar en esa lengua. Marija Šerifović arrasó ese año con “Molitva”, una balada muy potente que cautivó a toda Europa.

5. Para ganar hay que actuar en las últimas posiciones. Siempre se ha comentado que el orden de actuación es muy relevante a la hora de determinar un ganador. Si bien es cierto que la mayoría de países vencedores estos últimos años actuaron en la parte final del show, también se puede destacar que la turca Sertab Erener ganó el festival de 2003 saliendo desde la cuarta posición.

6. Eurovisión es un concurso de “frikis”. La implantación del televoto y la reinvención del festival en un espectáculo televisivo de primer nivel propiciaron la participación de candidaturas más cercanas a la sorna que al mero criterio musical. Con el retorno del jurado en 2010 este tipo de candidaturas han casi desaparecido. Aunque el interés mediático sobre este tipo de participaciones sea mayor, no podemos olvidar que todos los años otros 40 países se toman muy en serio el festival y envían temas de gran calidad y muy competitivos.

7. Eurovisión es un festival desfasado que no ve nadie. El festival de Eurovisión cumple este año en Bakú 57 años de vida. Y lo hace con los mejores datos de audiencia (alrededor de 150 millones de europeos ven la final del festival cada año) y con el máximo número de países participantes (el récord está en 43). Pese a que muchos insistan en calificar el festival de añejo y falto de interés, lo cierto es que es un espectáculo televisivo de primer nivel que sigue gustando a mucha gente.

8. España nunca podrá ganar el festival. Nuestro país no gana Eurovisión desde hace 43 años, cuando Salomé compartió triunfo junto a otros tres países en la única edición del festival celebrada en España. Los malos resultados cosechados estos últimos años por nuestra delegación han provocado que muchas personas consideren que nuestro país nunca va a volver a ganar el certamen. Aunque es cierto que es muy complicado lograr el triunfo, también debemos preguntarnos si nuestras últimas propuestas (Lucía Pérez, Daniel Diges, Soraya, Rodolfo Chikilicuatre, D’Nash, Son de Sol, Las Ketchup…) realmente merecían aspirar a la victoria. Para ganar hay que llevar un buen intérprete y un tema que guste. Y si no, que se lo digan a Alemania; el país que más veces ha participado en el festival y que sólo había ganado una vez en toda la historia. En 2010, logró de nuevo el triunfo con la talentosa Lena y “Satellite”, un tema delicioso que convenció a toda Europa.  Si España se toma más en serio el festival, puede volver a ganarlo.